divendres, 12 de juny del 2009

EL PAIS - Familias hipotecadas piden alimentos a Cáritas

Familias hipotecadas piden alimentos a Cáritas

A. P. G. - Barcelona - 12/06/2009

Cada día son más. Sólo entre enero y mayo de este año, 30.000 personas han acudido a Cáritas pidiendo ayuda urgente. El 40% era la primera vez que pisaban la organización. Entre los nuevos colectivos, aunque todavía minoritarios, destacan las personas con ingresos de entre 1.500 y 1.800 euros al mes que piden ayuda alimentaria para poder destinar sus ingresos al pago de su hipoteca. La crisis los está destrozando. A ellos y a otros muchos: mujeres inmigrantes que tienen a sus maridos en paro y buscan trabajo sin tener formación, familias con niños que no pueden pagar la guardería, personas mayores, otros que no tienen techo, enfermos mentales... muchas de estas personas viven de realquiler y pagan entre 200 y 400 euros por una habitación.

El 72% de las personas en edad laboral que piden ayuda están en paro y la mitad está en situación irregular. El 13% trabaja con contrato y el 8% está empleado en la economía sumergida. Barcelona, Terrassa y Sabadell son las ciudades con mayor concentración de personas atendidas.

Las mujeres, según explican en Cáritas, son las primeras que solicitan ayuda, para sus hogares y para sus hijos. Se nota el descenso de los inmigrantes recién llegados, y los españoles que acuden a Cáritas representan el 32%.

El total invertido en ayudas por la ONG asciende a 801.596 euros, aunque prevé acabar 2009 con un total de tres millones de euros. Las ayudas a la vivienda y a la infancia son las que más suben. Las listas de espera en Cáritas tienen entre 1.500 y 2.500 personas, según el mes, y la espera para acceder a las ayudas es de entre tres y cinco semanas.

"Tenemos una crisis social con riesgo de ruptura de la cohesión y la convivencia, y con una tendencia a culpar al inmigrante", denunció ayer Jordi Roglà, director de la organización. "Tenemos una pobreza más intensa, porque los pobres son cada vez más pobres, y más extensa, con nuevos colectivos que nunca antes habían vivido esta situación".

El director de Cáritas considera necesario que se adopten medidas extraordinarias: "Es el momento de las complicidades. Alquien tiene que coger la batuta".